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jueves, 29 de septiembre de 2011

Síndrome de la mayordomía de la reputación ajena

A través de los tiempos hemos escuchados, leído o experimentados enfermedades muy conocidas pero pocos estudiadas, de hay que el hombre o mujer celosa se le conoce como “síndrome de otelo” las personas olvidadizas se le conoce como el “síndrome de alzheimer” entres otros, pero ¿que es el síndrome de la mayordomía de la reputación ajena? si buscamos en un diccionario o Internet encontramos que la mayoría es el cargo de mayordomo; la reputación es la opinión o juicio que tiene la gente sobre una persona o cosa; ajenas que pertenece a otros: pero si hablamos del síndrome de la mayordomía de la reputación ajena estamos hablando del hombre o mujer chismosa. Pero sabemos que el chisme o un comentario como suele decir el chismoso no es acepto a Dios ya que el mismo no solos destruye a la personas calumniador y al oyente es por eso que dios en el libro de levítico 19:16 dice “no andarás chismeando entres tu pueblo”, pero porque Dios esto es censillo porque todo el que anda en chisme tarde o temprano destruye toda una nación. Otro ejemplo similar lo encontramos en la numerosas iglesias que se han dividido por un chisme, es por eso que en levítico 19:16 dice no andarás chismeando en tu pueblo; es decir, propagando rumores dañino, ya seas porque no son cierto o porque perjudican a la personas implicada. Los rabinos maestros enseñaban que eran tres los pecados que quitarían al hombre de este mundo y los privarían del mundo futuro: 1 la idolatría; 2- incesto y 3- homicidio, pero que la calumnia era peor que estos pues mataba a tres personas a la vez: al calumniador, al calumniado y al oyente. Una idea mas clara de este virus que azota a la comunidad cristiana la vemos en el libro de los romanos 2:1 en el cual dice por lo cual eres inexcusables, oh hombre, quienquiera que sea tu que juzga; pues en lo que juzga a otro, te condenas a ti mismo; porque tu que juzgas haces lo mismo. Creo que esto no hay que explicarlo, pero, siempre el que condena al hermano hace lo mismo, es decir juzga a tu hermano haciendo lo mismo que el hace A veces hay quienes son particularmente celosos en reprender aquellas faltas que ellos mismo platican secretamente. Es por eso que aquellos que están listos para acusar y criticar a otros, con frecuencias son culpables de las mismas faltas, en el libro de 2da Samuel 12:1-14 nos da un vivo ejemplo, puesto que David rey de Israel luego de haber escuchado a Natan quien le hablaba en parábola, juzgo aquel hombre y cuando se le explico era el mismo quien había cometido tal falta, es por eso que debemos frenarnos antes de juzgar a alguien porque todo el que juzga es culpable de la misma falta.- Pero también hay que entender que no solamente es culpable el que va con el chisme también es culpable el que le oye por que tres son los que intervienen en el chisme, el que lo comenta el que lo escucha y el afectado, es por eso que Jesús en el libro de Marcos 4:24 dice Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Es decir que también si escuchamos un comentario referente a otra persona también estamos chismeando. Es por eso que si por un chisme es que no vas a entrar en el cielo, entonces pará al chismoso antes de que te diga el chisme.- A través de los tiempos se habla que la santidad de Dios esta por dentro y por fuera, y muchas veces tenemos apariencia de piedad, porque estamos sucio por dentro, porque hemos hecho de algo que Dios nos había limpiado una enfermedad, porque estamos en nuestras diferentes iglesia supuestamente adorando y glorificando a Dios, pero cuando el hermano falla empezamos a hacer una cadena de información que destruyen a la persona que cayo en pecado, cuando debíamos de amar a nuestro hermanos, es por eso que no todo el mundo cumple con el gran mandamiento, porque a veces decimos yo amo a mi hermano pero sin embargo estamos esperando que nuestro hermano caiga en pecado para acusarlo, estamos observando como viste, como se expresa, con quien anda, con quien trabaja, con quien se junta, solo para buscar algo con que acusar a nuestro hermano, y luego decimos que tenemos amor.-
Siempre ha habido una categoría de personas que profesan santidad, y que en lugar de procurar crecer en el conocimiento de la verdad, hacen consistir su religión en buscar alguna falta en el carácter de aquellos con quienes no están de acuerdo, o algún error en su credo. Son los mejores agentes de Satanás. Los acusadores de los hermanos no son pocos; siempre son diligentes cuando Dios está obrando y cuando sus hijos le rinden verdadero homenaje. Son ellos los que dan falsa interpretación a las palabras y acciones de los que aman la verdad y la obedecen. Hacen pasar a los más serios, celosos y desinteresados siervos de Cristo por engañados o engañadores. Su obra consiste en desnaturalizar los móviles de toda acción buena y noble, en hacer circular insinuaciones malévolas y despertar sospechas en las mentes poco experimentadas. Harán cuanto sea imaginable porque aparezca lo que es puro y recto como corrupto y de mala fe. "No juzguéis, para que no seáis juzgados." No se estimen mejores que los demás ni se erijan en sus jueces. Ya que no poden discernir los motivos, no poden juzgar a otro. Si lo critican, están emitiendo una sentencia sobre vuestro propio caso; porque demuestran ser partícipes con Satanás, el acusador de los hermanos. El Señor dice: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en fe; probaos a vosotros mismos." Tal es nuestra obra. "Que si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados." Pablo en 1 Cor. 4: 3, 4 dice: Ni yo mismo me juzgo, sino el Señor; pero si tenemos ganas de juzgar hagámoslo con nosotros mismos haber si es bueno y dulce. Es muy fácil ver y señalar los pecados en otros. Pero ¡Cuán a menudo somos culpables de la misma clase de pecados que ellos, o aún peores! El problema es que somos ciegos hacia nosotros mismos, o nos sentimos mejor mirando cuán malos son los demás en contraste con nosotros mismos. Como toda enfermedad si se trata a tiempo puede tener cura así es con esta si se trata a tiempo Dios puede sanar tu corazón, y puede limpiarte de esta enfermedad, puesto que si partes de esta tierra con esta enfermedad es posible de que te pierdas.- Recuerda: Un chisme destruye todo un pueblo.- La santidad de Dios neutraliza toda fuerza del principe de este mundo, y es a lo unico que el le teme a una persona dentro del molden de Dios.- Fuimos llamados para amarnos los unos a los otros.- ¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? Dios te Bendiga.-

1 comentario:

  1. es verdad el chismoso, un poco lamentable no entrara al reyno de los cielos. ya pues k a dios no le agrada para nada las personas k con su lengua dañan a los demas. dice uno de los mandamientos amaras a tu projimo como a ti mismo, y nosotros con nuestros chismes lo unico k hacemos es meter a los demas en problemas.
    solo DIOS nos puede dar la salvacion y si nosotros seguimos con la lengua k no la aguntamos nos vamos a kedar todos cuando venga cristo.

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